El Jardín de Valentín

Nueva producción que nos invita a conocer el denominado “Teatro del Absurdo”.

 

Tres personajes, casi como tres clowns, se encuentran en un lugar indeterminado, una suerte de jardín acotado circularmente. Para ellos, la vida parece un infinito volver a empezar, un eterno transcurrir hacia adelante cuyo destino, les lleva siempre de nuevo al inicio. Su existencia está marcada por la repetición: imaginan situaciones, inventan historias imposibles, anhelan el mundo de fuera, vivir la vida de “los de fuera”… Pero, ¿qué pasaría si uno de ellos decidiera romper la convención y vivir su propia aventura?

Es vital volver, regresar a ese círculo, a ese principio seguro y confortable, antes que admitir – y este es uno de los mayores conflictos de la humanidad – el miedo que les provoca ser libres de verdad. Y así, con esa sensación que produce no poder evolucionar, redoblan sus esfuerzos con la vitalidad necesaria como para descubrir que más allá de ese lugar, hay otros mundos, otros lugares y que, quizá, tienen la suficiente valentía como para entender que ya no se necesitan, que pueden ser sin el otro.

El resto del mundo es ancho y largo e inabarcable…

Si yo soy para mí solamente, ¿quién soy yo?, es la pregunta que constantemente se hacen, por eso prefieren renunciar a esa libertad que produce salir del círculo, antes que sentirse incomprendidos y verse solos, apartados, perdidos fuera de la línea, porque necesitan ser con el otro, a través del otro.

Entonces, su jardín, el jardín de Valentín, se convierte en el lugar perfecto para ellos, en donde pueden desplegar sus fantasías, sus ilusiones, sus anhelos, siendo conscientes de que el final, es solo el principio.

Pero qué más da: mejor esto que estar condenado a la soledad que produce la libertad…

LA CRÍTICA HA DICHO:

«[…] hemos de dar especial mención, al minucioso trabajo de dirección, escritura de guion y puesta en escena de Cristina Yáñez. Quien ha sido de los pocos profesionales de lo escénico, que ha conseguido que una fantasía, una paranoia…, que se haya representado en su cabeza, no se haya degradado en el camino de la escritura del guion y su correspondiente puesta en escena. No les voy a negar que, para mí, el humor que se hacía en el Jardín de Valentín es el más seductor. He allí que he añadir, que llevaba mucho tiempo que no me reía tanto en un teatro, porque claro, esta es de las pocas veces que he visto en vivo hacer un buen clown, o hacer un buen uso de sus recursos. Cosa que, en mi caso personal, es de lo que más valoro cuando voy a ir a ver artes escénicas». Luis Alberto Sosa Berlanga, REVISTA ACHTUNG (Sevilla)

“La dramaturgia de Cristina Yáñez tiene el mérito de mostrar con aparente sencillez un complejo mundo estructural y narrativo que siempre juega a favor de unos personajes perfectamente construidos por Javier Anós y Daniel Martos. El trabajo actoral, con una excelente dicción, es la clave para resaltar la importancia del lenguaje de unos personajes construidos sobre diálogos malabares que, manteniendo siempre un tenso equilibrio, moldean las frases y las trasladan a una composición corporal y psicológica que evoluciona con una veracidad que culmina todo el excelente trabajo artístico destilado en ‘El Jardín de Valentín’, una experiencia seductora que apela a la racionalidad del espectador para recorrer nutritivos terrenos dramáticos abonados por la sonrisa, la reflexión y el compromiso del teatro con la sociedad.”
Javier López Clemente – WWW.LACURVATURADELACORNEA.BLOGSPOT.COM (Zaragoza)

“La trama es un paradigma del planteamiento surrealista de la vida, con un lenguaje de retórica exacta, que sorprende por la ilación de las ideas y la precisión de los conceptos. […] La pieza dramática nos plantea varios interrogantes acerca de la realidad que estamos viviendo, llena de incertidumbres, y en ocasiones próxima a la ciencia ficción. […] La obra es exigente tanto para los actores como para los espectadores. Induce a la reflexión y a la toma de conciencia mientras los intérpretes giran interminablemente, con seguridad y contundencia, expresando unas ansias y unos deseos que en determinado momento se atreven a experimentar.”
Francisco Javier Aguirre – https://desertoresdedios.blogspot.com/2024/06/el-jardin-de-valentin-cronica-teatral.html (Zaragoza)

“La dramaturgia de Cristina Yáñez hace encaje de bolillos con los textos de Karl Valentín y Rafael Campos inspirados en Beckett. La superficie circular del espacio escénico festeja la pantomima de un vals de Satie o de un desfile militar, pero el inagotable afán de los payasos por generar discusiones con diálogos de besugos eleva la tensión dramática hasta sembrar de dudas la platea. ¿Será verdad que la vida más allá del escenario se parece mucho al eterno ciclo de repeticiones que empieza y termina en cada representación teatral? La excelente dicción de Javier Anós y Daniel Martos es la materia prima para elevar el vendaval de réplicas y disertaciones que manejan sus personajes, y trasladarlos a una composición corporal y psicológica que palpita con absoluta veracidad, desde la vistosidad del gesto grande a la sutil delicadeza de las miradas.
Javier López Clemente – HERALDO DE ARAGÓN (Zaragoza)

Intérpretes: Javier Anós, Daniel Martos y Jesús Sesma
Diseño espacio escénico y atrezzo: F. Labrador
Iluminación/videocreación: Felipe García Romero
Espacio sonoro-arreglos musicales: Rubén Larrea
Vestuario/coreografía: Jesús Sesma
Letra Canción: Pedro Álvarez-Ossorio
Producción ejecutiva: Fernando Vallejo

Dramaturgia y dirección: Cristina Yáñez